jueves, 24 de enero de 2019

GATTACA (LA PELÍCULA)





Gattaca

Género: Ciencia-ficción

Duración aproximada: 102 minutos.

Dirección y guión a cargo de Andrew Niccol

Producción a cargo de Danny de Vito, Michael Shamberg y Stacey Sher.


El título de esta magnífica película de Ciencia-ficción, es ya de comienzo de lo más significativo, Gattaca, contiene las iniciales de los cuatro elemento básicos que conforman el acido Desoxirribonucleico, es decir (ADN). Estos elementos químicos son: Guarina, adenina, tiamina y citosina = Gattaca. Dichos elementos combinados son los conforman nuestro mapa genético, nuestro genoma.

El cual contiene los caracteres que manifestaran como seremos tras nuestro nacimiento. Altura, color de pelo, ojos, capacidad pulmonar, resistencia física etc. Con el paso de los años esta película gana en matices y significados.

Su elenco de actores Ethan Hawke, Uma Thurman, Jude Law o Gore Vidal, imprimen con solvencia la caracterización de unos personajes creíbles y muy cercanos, la ambientación del film con la no menos excelente fotografía de Slavomir Idziak, tiñe las escenas de una melancolía, serena y envolvente, si a esto le añadimos la profunda música del célebre compositor Michael Nyman, también ganador de un óscar con la banda sonora de “el piano”. Obtendremos un cóctel que rompe con todo los arquetipos típicos del género.

Nada de grandes aparatos tecnológicos, naves, robots e ingenios mecánicos, aquí los protagonistas son las personas y la revolución se desarrolla en nuestras células. Los planos de imagen, abogan por las modernistas, líneas rectas típicas de los años cincuenta pero con un sutil toque de diseño actual.

El vestuario de los protagonistas con elegantes trajes de corbata y chaleco, de tonos oscuros, grises y azulados, otorgan al individuo de a pie un sobrio toque de elegancia y eficiencia, de gente diseñada para triunfar socialmente denotando, el orden, la disciplina y el aséptico control que rige a la sociedad de Gattaca. En palabras del propio protagonista Vincent:

…Andaba buscando trabajo de aquí para allá como limpiador, pertenecía a una nueva clase baja ya no determinada por la clase social o el color de la piel. No, ahora es una ciencia la que automáticamente nos discrimina. Para los genéticamente superiores el éxito es más fácil de conseguir pero en absoluto está garantizado, al fin y al cabo no hay ningún gen que marque el destino. Cuando alguien de la élite cae en desgracia su identidad es utilizada. La ganancia de unos es la pérdida de otros...

Estas palabras narradas con voz en off, en forma introspectiva a lo largo de toda la película, nos demuestra hasta qué punto puede llegar una sociedad a controlar y determinar el futuro de un individuo, los ciudadanos más ejemplares son los Vitros, es decir los que han sido diseñado genéticamente para conformar la élite de una sociedad, que discrimina al ser humano no por lo que hace sino por lo que contienen sus células.

Vincent es lo que denominan un “hijo de Dios”, una persona concebida de forma natural y por lo tanto a ojos de la sociedad “defectuosa”. Lo cual lo convierte automáticamente en un no-valido.

Pero Vincent tiene un sueño: Poder volar a las estrellas a la luna de Titán y hará todo lo humanamente posible para hacerlo realidad. Para ello no duda en tomar el material genético es decir la muestras de alguien de la élite caído en desgracia y suplantar su identidad para introducirse en Gattaca. El protagonista constantemente se ve sometido a los rigurosos controles de vigilancia para detectar a alguien que haya querido romper las discriminatorias reglas de Gattaca, estos controles consisten en el análisis cotidiano de sus muestras de orina, sangre dactilar, de la vena o de su pelo.

A los que se niegan como Vincent a vivir en un futuro ya predeterminado por la sociedad se les denomina “degenerados”. Vincent vive un camino de soledad y obsesiva preocupación por borrar los rastros de su cuerpo con su ADN no-valido, pestañas, pelo del cuero cabelludo, saliva etc.

Su determinación pese a tenerlo todo en contra incluso el escepticismo de sus propios familiares, le hará no solo ya romper la hermética predeterminación genética social impuesta si no demostrar como muy bien determina el logo publicitario del film: “There is no gen for the human spirit:” No hay un gen para el espíritu humano”. Demostrando con su ejemplo que no hay ni ideología, ni lógica, ni ciencia alguna que sea capaz de vaticinar ni someter la belleza del espíritu humano. 

…Para ser alguien que nunca estuvo hecho a la medida de este mundo, debo confesar que me está resultando difícil abandonarlo. Claro que dicen que cada átomo de nuestro cuerpo formó parte una vez de una estrella, quizá no me esté marchando, quizá esté yendo a casa… Estas son las palabras finales de Vicent una vez comienza hacerse realidad su sueño de viajar a las estrellas. Bien, simplemente disfrutadla.


Gabriel Guerrero Gómez 
 
 

Artículo publicado en el año 2009, en la columna "Explorando el futuro", del diario digital "El Heraldo del Henares". También incluido en el título: "Explorando el Futuro".


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 




 

 


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