Next
Editorial: Plaza y Janés.
Páginas: 507.
Autor: Michael Crichton.
Cubierta de tapa dura.
El autor, a través de varias líneas argumentales entrelazadas y protagonizadas por variedad de personajes, desde un cazarrecompensas, pasando por un científico de laboratorio, un director de empresa, una abogada e incluso un loro que habla (así, tal cual), nos adentra con la solvencia y facilidad que en él es habitual, al vertiginoso, cambiante e imprevisible mundo de la biotecnología, células madre, terapias génicas, transgenética y clonación, envueltos por esa vorágine de intereses que siempre rodean al mundo empresarial y, en este caso, al de la investigación científica.
Es una lectura ágil y muy entretenida, pero con gran cantidad de datos que exige al lector no perder la concentración, aderezada con artículos periodísticos así como entrevistas y demás instrumentos de comunicación, mostrándonos pasajes verdaderamente divertidos, aunque siempre con un latente trasfondo de desasosiego.
En cierto modo, “Next” tiene algo de ensayo personal por parte de Michael Crichton, donde nos deja, de forma precisa, su posición respecto a estas cuestiones tan de actualidad en nuestros días. La historia comienza con la persecución de un científico que transporta un embrión transgénico de gran valor en un termo criogénico.
A partir de aquí veremos la lucha sin cuartel entre los intereses personales, empresariales y científicos para asegurar sus beneficios, en oposición a los derechos del individuo de a pie.
El autor nos demuestra cómo, a día de hoy, nuestra sociedad, tanto a nivel personal como judicial, posee un desconocimiento casi completo de la biotecnología actual y sus consecuencias directas en nuestra vida. Sin contar con el vacío legal que sufren esos adelantos, instrumento fundamental para delimitar dónde comienzan nuestros derechos y dónde nuestras obligaciones.
Este vacío legal es aprovechado por las grandes compañías farmacéuticas y especializadas en biotecnología (universidades incluidas), para el mercado y tráfico de patentes genéticas, la propiedad privada de un genoma o privatización del mapa genético humano, y el uso incontrolado de los genes humanos en animales, o lo que es lo mismo, una humanización artificial de los seres vivos (por ejemplo, un loro que habla y razona como un ser humano, un chimpancé mutado capaz de hablar varios idiomas, etc.). Aunque parezca cosa de locos, se expone de forma preclara y plausible.
En la página 466, en boca de un juez el autor deja muy clara su posición:
…Nuestros cuerpos son nuestra propiedad individual. En cierto modo, la propiedad de nuestro cuerpo es el tipo de propiedad más fundamental que conocemos, es la experiencia básica de lo que somos. Si el tribunal no reconoce esta noción esencial, sus conclusiones no tendrán valor por muy acertadas que puedan parecer dentro de la lógica jurídica…
Conclusión: no se puede privatizar el patrimonio genético ni el de las personas ni el de los seres vivos. A lo que más tarde añade el autor:
…El verdadero bien social, por tanto, es promulgar una legislación que permita a la gente conservar el derecho a disponer de sus tejidos a su voluntad para siempre…
Aludiendo al tráfico y saqueo de órganos, tejidos, material celular y genético de personas ya sean sanos o enfermos, y esto es literal y real como la vida misma.
Terminada la historia, el autor deja un listado de conclusiones personales con las pertinentes explicaciones (en mi opinión) a cual más esclarecedora sobre la realidad material de esta temática tan crucial ya no solo para nuestro futuro sino para nuestro presente.
1. Deben dejar de patentarse genes.
2. Deben establecerse unas directrices claras para el uso de los tejidos humanos.
3. Deben promoverse leyes que garanticen la disponibilidad pública de la información sobre análisis genéticos.
4. Deben evitarse las cortapisas a la investigación.
5. Debe derogarse la ley Bayh-Dole (ley respecto a la actividad menos académica y cada vez más empresarial de las universidades norteamericanas).
Al final del libro el lector podrá encontrar una interesante bibliografía de textos que el autor ha usado en su proceso de documentación así como unas series de páginas Web a disposición del lector no especializado para acceder a libros sobre genética.
Simplemente disfrutadlo.
MICHAEL CRICHTON.
Breve Biografía.
El escritor estadounidense Michael Crichton nació en la ciudad de Chicago en 1942 y falleció en noviembre del 2008, en la ciudad de Los Ángeles, estado de California. Cursó estudios en el Havard College, doctorándose en su facultad de medicina, comenzó escribiendo con pseudónimo para después, desempeñar labores de guionista, director de cine y creador de series de televisivas.
Autentico creador de Bestsellers a nivel mundial, ha vendido millones de libros traducidos a muchos idiomas, podemos destacar de él, su gran capacidad de documentarse a nivel científico y transmitir extrapolaciones científicas de una manera, directa, sencilla y amena, demostrando una gran habilidad narrativa a la hora de enganchar al lector, sumergiéndole en la trama, sin respiro desde la primera pagina. Su estilo denominado como Tecno-Thriller, nos muestra la extraordinaria cualidad de este autor apara hacernos sopesar las consecuencias del mal o negligente uso de la tecnología y de la ciencia, haciéndonos cuestionarnos lo que hacemos y porque, invitando a la reflexión de una forma fácil e interesante.
La mayoría de sus obras han sido adaptadas al cine. Algunas de sus obras más conocidas son: La amenaza de Andrómeda (1969), El hombre terminal (1972), El gran robo al tren (1975), Devoradores de cadáveres (1976), Congo (1980), Esfera (1987), Parque Jurásico (1990), Sol naciente (1992), Acoso (1994), El mundo perdido (1995), Twister (1996), Punto crítico (1996), Rescate en el tiempo (1999), Viajes y experiencias, Presa (2002), Estado de miedo (2004) y Next (2007). En poco tiempo se editaran dos novelas inéditas del autor.
Gabriel Guerrero Gómez
Artículo
publicado en el año 2009, en la columna "Explorando el futuro", del
diario digital "El Heraldo del Henares". También incluido en el título: "Explorando el Futuro".
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